Los tumores del sistema nervioso central (SNC) son las neoplasias sólidas más frecuentes en la infancia. Su comportamiento puede ser más o menos agresivo. Pueden afectar tanto el cerebro como la médula espinal, comprometiendo funciones neurológicas esenciales. El pronóstico depende de la localización, el tipo histológico y las opciones de tratamiento disponibles.
Tumores supratentoriales: ubicados en los hemisferios cerebrales, pueden provocar síntomas como convulsiones, cefalea y déficits neurológicos focales. Ejemplos: gliomas, ependimomas, tumores neuroectodérmicos primitivos (PNET), cráneofaringiomas y tumores de la región pineal.
Tumores infratentoriales: localizados en el cerebelo y tronco encefálico, suelen causar ataxia, vómitos, hipertensión intracraneana e hidrocefalia. Ejemplos: meduloblastomas, astrocitomas pilocíticos y ependimomas del cuarto ventrículo.
Tumores intraventriculares: pueden afectar la circulación del líquido cefalorraquídeo (LCR), causando hidrocefalia y macrocefalia en niños pequeños. Ejemplos: carcinoma de plexos coroideos, papiloma de plexos coroideos, ependimomas y tumores neuroepiteliales disembrioplásicos.
Tumores de la médula espinal: menos frecuentes, pueden producir dolor, debilidad progresiva y alteraciones esfinterianas. Ejemplos: ependimomas, astrocitomas y tumores teratoides/rabdoides atípicos.
Los signos clínicos dependen de la ubicación y el tamaño del tumor, e incluyen:
Cefalea persistente, que empeora por la mañana.
Vómitos sin causa aparente, especialmente matutinos.
Alteraciones motoras y de la marcha.
Convulsiones.
Déficit visual y estrabismo.
Alteraciones en el crecimiento y la pubertad, en tumores de la región hipotalámica o pineal.
Macrocefalia progresiva, especialmente en niños pequeños con tumores intraventriculares que generan hidrocefalia obstructiva.
Se basa en la sospecha clínica y se confirma mediante neuroimágenes, principalmente resonancia magnética con contraste. En algunos casos, se requiere biopsia para definir el tipo histológico.
El enfoque terapéutico varía según el tipo y la localización del tumor, e incluye:
Cirugía: primera opción en la mayoría de los casos para lograr la resección total o parcial.
Radioterapia: en tumores de crecimiento agresivo o de difícil resección, ajustada según la edad y tipo tumoral.
Quimioterapia: utilizada en tumores con comportamiento más infiltrativo o en pacientes muy pequeños para retrasar la radioterapia.
Derivación del LCR o tercer ventriculostomía endoscópica (TVE) en casos donde la hidrocefalia sea una complicación asociada.
El seguimiento multidisciplinario es clave para optimizar el tratamiento y la calidad de vida del paciente.
Paciente de 7 años de edad
RMI Pre-quirúrgica
RMI Post- quirúrgica
Visualización tumoral
Post exéresis
Paciente de 2 años de edad
Gran tumor solido-quístico en fosa posterior que comprime al tronco encefálico.
ResecciónTumoral Total. Observese el tronco encefálico normoposicionado.
Observense las impresiones digitiformes en la calota craneal, como signo de hipertensión endocraneana de larga evolución. Mas común de ver en lesiones de bajo grado.
Antes y después de la cirugía
Antes y después de la cirugía