La hidrocefalia es síndrome caracterizado por un desequilibrio entre la formación, circulación y reabsorción del líquido cefalorraquídeo (LCR), lo que llega a ocasionar, habitualmente un aumento del tamaño ventricular. Esta dilatación ventricular va asociada generalmente a una elevación de la presión del LCR en su interior.
Las causas son muy diversas y de acuerdo al criterio fisiopatológico podríamos clasificarlas como debidas a trastornos de la producción, de la circulación o de la reabsorción. La hiperproducción de LCR se observa en los tumores de plexos coroideos, y se entiende que el mecanismo de la hidrocefalia se debería a un exceso de LCR que superaría la capacidad de reabsorción, aunque actualmente se discute si la verdadera causa de la hidrocefalia seria por cuadros hemorrágicos repetidos que ocasionarían un bloqueo a la circulación del lcr. Dentro de las hidrocefalias secundarias a trastornos en la circulación, se incluyen aquellas lesiones que impiden el libre flujo de lcr en los ventrículos y en los espacios subaracnoideos e incluyen una gran variedad de patologías, desde la estenosis de acueducto de Silvio, las que acompañan al Mielomeningocele, otras malformativas, y dentro de las adquiridas, las secundarias a hemorragia intraventricular del prematuro, las postmeningitis y secundarias a tumores cerebrales. Las hidrocefalias secundarias a trastornos de la reabsorción pura son raras y se deben generalmente a aumento de presión en sistema venoso central como se observaba en los pacientes canalizados en ambas yugulares con ligadura de las mismas cuando aun no se imponían los accesos venosos centrales por punción como terapéutica.
Otra forma de clasificarlas es de acuerdo al origen y a las imágenes, en comunicantes y no comunicantes. Entre las primeras se reconocen como causas más frecuentes las hemorrágicas y las secundarias a meningitis, y entre las segundas las congénitas y las secundarias a tumores cerebrales.